Por su parte Tucídides (460 – 404 a.C.) nos
deja su Historia de la
Guerra del
Peloponense. En primer lugar, Tucídides prefiere
realizar un acabado retrato psicológico de los personajes
y cuidar preferentemente el estilo literario. Además
propondrá en boca de sus personajes elaborados y acabados
discursos.
Para él, el hombre es el
protagonista de la Historia. La causa de los
acontecimientos históricos reside en la naturaleza
humana, en las pasiones y ambiciones de los hombres.
Como el devenir histórico es un producto
humano, si conocemos las causas se pueden deducir las
consecuencias. La Historia sirve para educar. Tiene una
finalidad práctica. Su utilidad se obtiene de
la experiencia histórica sobre aciertos y errores de los
hombres en el pasado. La Historia para Tucídides va a
ser por tanto educativa, explicativa y
pragmática.[7]
Polibio (210-126 a.C.), transfiere a Roma el
protagonismo de la historia. Admirado por la potencia y
universalidad del nuevo mundo Romano, escribió una
Historia en la que relata la portentosa aventura de Roma.
Además elabora una teoría
de los ciclos históricos que tendrá enorme vigencia
posterior. Para él, las sociedades
tienen un comportamiento
similar al de los cuerpos humanos. Nacen, se desarrollan, llegan
a su esplendor y posteriormente viene la decadencia y
extinción.
En tanto, Tito Livio (59 a.C.- 17 d.C.) es, con mucho,
el principal historiador romano. Escribió una
monumental Historia de Roma, desde sus orígenes, en la que
explicaba cuáles fueron las virtudes que habían
llevado a Roma a ser la cabeza del mundo. También
fueron desarrollados otros géneros, como las biografías (Plutarco,
Suetonio), o las Memorias
(Cesar).[8]
Por lo tanto, si los historiadores Griegos
enfatizan que el sujeto de la Historia es el ser humano como
naturaleza con
sus ambiciones y pasiones, en los historiadores romanos,
el sujeto de la Historia es la ciudad, el imperio con sus
triunfos y glorias. Esto implica que si aplicamos el concepto de los
historiadores griegos a la Historia de Nicaragua
enfatizaríamos la Historia de hombres y mujeres con sus
ambiciones y pasiones. En tanto, si enfatizamos la visión
de los historiadores romanos escribiríamos una Historia de
Nicaragua desde el Poder que
enfatizará el desarrollo de
las principales ciudades, familias de poder y elites
gobernantes.
De igual modo, si aplicamos el concepto de los
Historiadores Griegos al estudio sobre el cristianismo,
por la parte católica, lo relevante seria conocer y
analizar el vínculo entre los obispos y los que han
gobernado, ejemplo de ello, es "Ulloa y Calvo y el Presiente
Pedro J. Chamorro", "Simeón Pereira y Castellón y
el Gen. J. Santos Zelaya", "José Antonio Lezcano y Somoza
García", "Obando y Bravo y El Presidente Somoza Debayle",
"Obando y Bravo y Daniel Ortega", "Obando y Bravo y Violeta
Barrios de Chamorro", "Obando y Bravo y Dr. Arnoldo
Alemán" y finalmente "Obando y Bravo y Arnoldo
Alemán y Daniel Ortega.
Por la parte protestante, los vínculos entre
"William Walker y David H. Wheeler[9]"Francisco
Penzoti, De Roos y José Santos Zelaya", "Arturo Parajon y
Somoza García" Gustavo Pararon y Daniel Ortega" u otros
casos. Y en estas historias relataríamos sobre sus
grandezas, pasiones y sacrificios.
Por otra parte, si aplicamos la Visión Romana, de
que la Historia es la Historia de las ciudades, de las glorias
del imperio, entonces estudiaríamos la Historia, por la
parte católica, la iglesia
Católica y el Gobierno de
Zelaya, la Iglesia Católica y los gobiernos Conservadores,
La iglesia Católica y el Somocismo, la Iglesia
Católica y el Sandinismo, la Iglesia Católica y el
Gobierno de la UNO, la Iglesia Católica y el Liberalismo
Constitucionalista.
En la parte protestante se estudiaría los
vínculos entre: La Historia de la Iglesia Morava y sus
relaciones con los Gobiernos Nicaragüenses, La
Convención Bautista de Nicaragua y los Gobiernos
Conservadores, La Convención Bautista y el Somocismo, el
CEPAD y el CIEETS y el Sandinismo, La Convención Bautista
y el Gobierno de la UNO, La Alianza Evangélica
Nicaragüense (AENIC) y el Liberalismo Constitucionalista.
Con estos mismos criterios estudiaríamos la Historia de la
iglesia Centroamericana, La Historia de las Asambleas de Dios,
Apostólicos, Nazarenos u otros
La Visión
Agustiniana de la Historia
Para los historiadores cristianos, cuyo principal
representante es San
Agustín (354-430), Roma ya no es, en adelante, la
protagonista de la Historia. En todo caso, el Imperio Romano se
consideraba como el marco o instrumento que Dios ha dispuesto
para la universalización de su mensaje de
salvación.
En este sentido Cristo, y su mensaje destinado a
todo el género
humano, pasan a ser el eje del relato histórico. La
Historia deja de ser explicativa. No hay causas que explicar por
cuanto el devenir histórico obedece a la voluntad divina,
a la Providencia. [10]
Esta peculiar visión providencialista de
la Historia se va a prolongar durante toda la Edad Media e
incluso estará presente todavía en algunos
historiadores de los siglos XVII y XVIII. A unos niveles
más inmediatos, la influencia cristiana en la
historiografía resulta evidente en la
periodización, en la que el nacimiento de Cristo
sirve como punto divisorio de todo nuestro sistema
cronológico se va a decir antes o después de la era
cristiana.[11]
Desde el punto de vista Agustiniano hacer Historia o
escribir Historia implica destacar que la Historia es el
instrumento por el cual Dios se vale para dar a conocer su
gracia, pero una acción
Divina que puede ser explicada en un orden
cronológico.
De Hecho cuando San Agustín escribe su obra sobre
Civitas Dei y Civitas Terrena hace dos cosas:
Primero, nos indica que la Historia es la Historia
de dos grandes ciudades:
La ciudad de Dios que actúa por los Santos
redimidos en Cristoy la ciudad terrena que opuesta a la ciudad de Dios
es dirigida por el mal.
Segundo, la estructuración de la Historia se
divide en tres periodos:
la Historia gentil o humana,
la Historia judía
la Historia Cristiana o a partir de
Cristo.
Una será Historia profana y otra Historia
sagrada.[12]
Vista la Historia en perspectiva agustiniana en cuanto a
la historia del cristianismo en Nicaragua
implicaría:
Primero, establecer que la Historia de Nicaragua es
una y la Historia del Cristianismo es otra.Segundo, la Historia de Nicaragua es Historia
profana y la Historia del Cristianismo, por el cual Dios
actúa en la Historia de Nicaragua, es la Historia
sagrada.Tercero, que para efectos de investigación
sobre la historia tendríamos que investigar
cómo se han articulado las relaciones entre Iglesias y
Estado, en cuento una representa a la Civitas Dei y la
Segunda a la Civitas Terrena y en que medida, la Civitas
Terrena se ha opuesto a la Civitas Dei.Cuarto habrá que aun discriminar más a
fondo, porque habrá que preguntarse cuál es el
instrumento eclesiástico que Dios utiliza para hacer
presente su gracia en Nicaragua, sí a través de
la Historia del Catolicismo o a través de la Historia
del Protestantismo.[13]
Un típico ejemplo de dicha problemática
puede verse en las versiones de la Historia del Catolicismo en
Nicaragua. Cuando Pablo Antonio Cuadra, Eduardo Arellano y Edgar
Zúñiga escriben la Historia de la Iglesia
Católica, lo hacen con la plena convicción de que
Dios actúa a través de lo que ellos entienden por
la "Iglesia Católica", que es la Iglesia oficial.
Más aún, Cuando ellos refieren las relaciones de la
Iglesias con el Estado
atacan a al régimen de Zelaya por ser opositor a los
intereses eclesiásticos de la Iglesia y alaban a los
gobiernos cuando son benevolentes con la Iglesia y la
Jerarquía.[14] En su defecto, cuando el
Grupo Tayacan,
Ángel Arniz y Antonio Esqueva Gómez, escriben la
Historia de la Iglesia de los pobres consideran que Dios
actúa no por medio de la jerarquía, sino a
través de las comunidades católicas identificadas
con los idearios de liberación y transformación
social y las Relaciones Iglesia Popular y Estado son
entendida en la medida en que ambas comparten un proyecto de
liberación tal como ocurrió en la Revolución
Popular Sandinista.[15]
Igual situación ocurre en la construcción de las Historias de las
Iglesias Protestantes un ejemplo es el caso del Doctor J. Pixley,
quien influido por su visión teológica y no tanto
histórica construye la Historia de los Bautistas en
cuento esta
contribuye al Reino de Dios[16]En tanto, el Ing.
Roger Araica se preocupa de igual manera del aporte que la
Misión
Centroamericana, CAM (siglas en ingles), a los valores
del Reino de Dios.[17] De ahí, que para
evaluar una historia del cristianismo por el sector protestante
tendríamos que partir del Criterio del Reino de Dios. Lo
cual implica, que está de primero un criterio
hermenéutico de orden teológico, (que no es malo
por supuesto) antes que una construcción
historiográfica de los
hechos.[18]
3. El Concepto de
Historia en la Edad Media
La historiografía medieval estuvo
influenciada por el providencialismo
agustiniano[19]El mayor aporte de la Edad
Media lo da Ibn Haldun, (1350- 1400), considerado como
un autentico precursor de la Sociología, el cual se interesó
por la comprensión y explicación del ascenso y
caída de los Estados. Frente a la tradición oral
árabe que explicaba la crisis de los
Estados por la lucha de las dinastías, Haldun busca las
causas profundas que motivan estos procesos. A
partir de ahí, elabora una teoría general sobre los
ciclos de las sociedades (nomadista, sedentarismo y lucha por la
obtención del poder). [20]
El concepto de Historia de Haldun se sitúa en el
poder y las relaciones de poder, de ahí, su relevancia
tanto para la
investigación como para el estudio sobre la historia
del cristianismo en Nicaragua. Aquí se desprenden las
siguientes implicaciones al asumir un enfoque de poder y de las
relaciones de poder al estilo Halduniano:
Primero, el tomar distancia critica de las
tradiciones orales y buscar las causas profundas o
condiciones reales que hacen posible el ascenso y la
caída de los Estados.Segundo, valorar la visión institucional y de
poder que tiene tanto el Estado como las iglesias.Tercero, tener en cuenta que el Criterio estructural
y de poder prima sobre un enfoque de población, es
decir, lo que se tiene en cuenta es las relaciones de
Institución – Estado a Institución
– Eclesiástica y no tanto de la relación
entre Institución – Estado y población
Creyente. [21]Cuarto, Analizar conforme a los hechos
históricos las motivaciones y plasmaciones
históricas de las luchas de poder entre el Estado en
cuento institución Política administrativa y a
la Iglesia en cuanto institución religiosaQuinto, Analizar en que condiciones las Relaciones
entre las Iglesia y el Estado en Nicaragua son favorables y
bajo que condiciones no lo son.Sexto, en el estudio de la historia del cristianismo
habrá que analizar una teoría general de los
ciclos de relaciones entre las Iglesias y el Estado en
Nicaragua, Analizar los momentos que se clasifican en dos
modelos:El Primero que va desde el conocimiento y amistad,
el mutuo apoyo hasta la colaboración decidida: Es
la relación integrativa.El segundo modelo va desde la presentación,
las diferencias hasta la confrontación, la
deslegitimación y el conflicto declarado: es la
Relación
Distributiva.[22]
1.4. El concepto de historia en el
Renacimiento
Los historiadores del renacimiento se
encuentran muy influenciados por los historiadores
clásicos, especialmente por Tito
Livio.[23] Por eso encontramos en estos
historiadores un estilo, método e
ideas muy similares a los del mundo clásico, tenemos
que:
La Historia se concibe como un relato de los
hechos políticos y similares más
sobresalientes por ser considerados los más
dignos de tener en la memoria.La Providencia no se alegará para la
explicación de la Historia. Será la
naturaleza humana, el conjunto de sus defectos y virtudes los
que influirán en los hechos históricos. Se
inicia por tanto una secularización de la
Historia.La fortuna se considera un factor determinante
del devenir histórico. Frente a ella, el hombre,
con sus virtudes, podía en algunos casos, hacer variar
su rumbo. En otros, se sucumbirá ente ella.Los historiadores renacentistas van a tener en
cuenta, sobre todo, la realidad de una Europa constituida
por los nuevos Estados modernos, que cobran un
protagonismo y presencia mayor en detrimento de los dos
grandes poderes medievales, el Imperio y la
Iglesia.En cuanto al estilo, se abandonó la forma de
anales o crónicas para, siguiendo el ejemplo de los
clásicos, buscar una línea argumental no
exclusivamente
cronológica.[24]
Nos encontramos de nuevo con una Historia
explicativa, narrativa y pragmática sin tomar en cuenta
los factores económicos y las clases
sociales. Enfatizando los caracteres personales. En
efecto, la reflexión filosófica e
historiográfica va a desaparecer en el Contexto de
vivisimas polémicas teológicas. En los
años de la Reforma la Historia sirvió, en todo
caso, como argumento a esgrimir entre ambas partes enfrentadas,
entre protestantes y católicos.
Hay en el paradigma
teórico de la Historia de los Renacentistas algunos
elementos sobre los que se debe reflexionar:
Primero, La Historia se concibe como un relato de
los hechos políticos y similares más
sobresalientes, en tal sentido se enfatiza, la astucia, la
sagacidad y la inteligencia para tomar e implementar
decisiones.Segundo, una Historia del Cristianismo
Nicaragüense enfatizaría una vez más el
carácter, la prudencia y astucia de los que han
liderado la inserción y el desarrollo de los
cristianismos en Nicaragua, lo cual terminaría en una
Historia más de personalidades que de los procesos
más amplio que han hecho posible la realidad
histórica de los cristianismos en Nicaragua.Tercero, Un elemento que nos parece importante es la
secularización de la Historia, entendiéndola
como el hecho de que la naturaleza humana con sus defectos y
virtudes influyen en los hechos históricos. Este
elemento es esencial, ya que la afectividad, la
comprensión y la decisión influyen a la hora de
formar cualquier movimiento social o religioso. Por
ello, las motivaciones son importantes resortes para evaluar
hasta donde el desarrollo que se sigue en la comunidad
Cristiana Católica o Protestante penden de las
impresiones y afecciones y no sólo de factores
económicos, sociales, jurídicos
políticos o culturales. [25]Un Cuarto, elemento importante es la idea de la
fortuna como un factor determinante del devenir
histórico. Y es que, de algún modo los
renacentistas tenían razón, porque, desde el
punto de vista de la antropología filosófica
los seres humanos como realidades individuales y sociales
somos actores, agentes y Creadores.[26]
Ser actores significa que tenemos que actuar e
ínter actuar con las realidades dadas en un
espacio histórico y que es imposible impulsar procesos
sin tomar en cuenta las condiciones en que queremos hacer o
desarrollar un movimiento religioso o establecer una nueva
compresión y practica religiosa. El Cristianismo
Católico no se introdujo en Nicaragua sin existir en
Nicaragua prácticas religiosas ya establecidas de
antemano. Por otro lado el Protestantismo no logro hacer
raíces sin tomar en cuenta que la fe católica
era parte del orden social colonial, federativo y
republicano. Más aún, a los que les toco asumir
en su persona la instalación y propagación de
la fe religiosa protestante, a unos, por el tiempo
histórico, no les fue mejor, tal es el caso de Wheeler
y Ferguson, no así las primeras comunidades que se
organizaron bajo la luz y las influencias de la
revolución liberal de Zelaya. Ser agente,
implica que como personas y colectividades construimos o
ejecutamos un camino con unos proyectos, sueños,
visiones y propósitos. Así El catolicismo
colonial tenía un sueño, una visión y
unos propósitos que realizar con los medios que
estaban a su alcance. Lo mismo sucede con los
protestantismos. Los agentes de la sociedad Bíblicas
de la segunda mitad del siglo XIX tenía una
misión, un sueño, unos propósitos y como
tales echaron a andar su proyecto.[27]
Finalmente, Ser creador implica decidirse por
fomentar condiciones que hagan posible el desarrollo
favorable del Proyecto por el cual tengo que actuar e
impulsar. Los católicos crearon las condiciones en
Nicaragua para establecerse. Los protestantes han tenido que
luchar contra un orden social conservador, religioso,
inquisitivo y autoritario para poder
establecerse.[28]Quinto elemento es sobre el estilo argumental no
exclusivamente cronológico que privilegiaron los
renacentistas. En nuestra consideración, el
historiador debe combinar dato cronológico y el estilo
argumental, y esto porque, una fecha sin más, puede
tener sólo el sentido del dato, pero una fecha que nos
indica un acontecimiento y una argumentación
científica porque se dio ese acontecimiento contribuye
a la compresión de los momentos históricos
sociales y personales.[29] De ahí, que
al igual que los Renacentistas, consideramos oportuno
combinar ambos estilos: el argumental y el
cronológico.
1.5. Historiografía en el siglo
XVII
El siglo XVII para muchos entendidos en la materia, es
uno de los períodos más oscuros en la Historia de
la historiografía. La decadencia de las Universidades,
sumidas en interminables polémicas dogmáticas, la
instrumentalización de la Historia como argumento contra
el enemigo en medio de una Europa dividida y
en guerra, la utilización de la Historia por parte de las
monarquías absolutas para su propio ensalzamiento
etc., son alguno de los elementos que arrastraban a los
historiadores desde el siglo XVI y que determinaron su decadencia
y desprestigio.
El siglo XVII es el siglo de las ciencias. La
paz religiosa en Francia,
Alemania e
Inglaterra
permitió deslindar los campos de la Religión y de las
ciencias. Sin embargo, para Descartes la
Historia es un saber inútil, incluso perjudicial
y que en modo alguno puede alcanzar la
verdad.[30]
La crítica
del racionalismo a
la Historia va a repercutir en importantes intentos de
renovación. Los historiadores encontraron su propio
método a través del nacimiento de la
Paleografía y la Diplomática, obra de la
Congregación Benedictina de Saint Maur y especialmente del
P. Mabillon. La utilización de estas dos ciencias
auxiliares, supone, con mucho, una auténtica
revolución metodológica. Ahora se trata de la
investigación de los documentos, de
las fuentes, desde
un punto de vista crítico y
analítico.
El aporte de la historiografía del siglo XVII se
puede ver en dos direcciones: Primero en la función de
la Historia. Segundo, en el método para hacer Historia. Y
es que a nuestro parecer la Historia tiene por así decir
tres funciones
básicas:
Una función instrumental, que consiste, en
que la Historia como tal no solo nos re – actualiza hechos
sociales humanos acontecidos, sino que dicha re
actualización se puede suscribir a los intereses y
proyectos de la comunidad, institución y persona que
fomentan su estudio e investigación. Solo así
se explica que la historia en el contexto del siglo XVII
sirvió como instrumento ideológico de
legitimación y guerra.Una función comunicativa, es decir, la
Historia tiene una función orientadora y
pedagógica, en tal sentido practica. La Historia
escrita y contada sirve para orientar la memoria
histórica de la comunidad, los grupos sociales e
instituciones.Finalmente, una función de enajenación
y liberación: La Historia en cuanto Historia,
dependiendo del enfoque o interés, puede contribuir a
superar estadios sociales o religiosos ya superados o de
retornar a los mismos.[31]
Por tales funciones, hay que preguntarse siempre
qué función le damos a la Historia cuando la
escribimos. Sea esta una Historia patria o la Historia de los
cristianismos nicaragüense. Qué rol le damos a la
Historia, qué función comunicativa le atribuimos y
qué efectos tienen sus enfoques.
Por otro lado, es importante la valoración de la
metodología para construir la Historia. La
utilización de las ciencias auxiliares, el análisis critico de los documentos y de
las fuentes en la investigación y el estudio de la
Historia es una contribución importante del siglo
XVII. Y en caso que nos toca, un criterio fundamental para
hacer investigación sobre los cristianismos del siglo XIX
y principios del
XX.
6.
Historiografía del siglo XVIII
El concepto de Historia racionalista o ilustrada
tenía notables diferencias con la historiografía
renacentista. Era, también, una Historia
pragmática, pero no estaba orientada a educar o a
aconsejar al Príncipe, sino, a expresar los puntos de
vista de la filosofía de la Ilustración.
Quedaba atrás el mero relato de los defectos y excelencias
de determinadas personalidades. Estos historiadores
están conscientes de la importancia de la
Filosofía, de las artes, de las ciencias, del desarrollo
económico, etc. Y por ello la Historia que van a
redactar será una Historia a la luz del concepto
de civilización como concepto
englobador[32]
Lo que implica la búsqueda de causas y
leyes
históricas. Se abandona el provincialismo, los
protagonismos personales, los discursos y de las reflexiones
morales. Sin embargo, mantienen su preocupación
literaria. Las obras siguen teniendo una cierta
estructuración dramática: primero se
presenta a los personajes, después el desarrollo
de los acontecimientos y finalmente el desenlace. El
mismo Voltaire,
manifestaba que los que mejor podían escribir Historia
eran los autores de teatro.
El concepto de la Historia del siglo XVIII y el modo de
hacer Historia ofrece para los propósitos de la
investigación y el estudio Histórico de los
Cristianismos las siguientes luces:
El interés que pusieron los historiadores en
la búsqueda de las causas y las leyes
históricas que hacen posible los hechos sociales
humanos. Y es que, una investigación
histórica sobre el Cristianismo en Nicaragua una vez
más tiene que partir de las condiciones reales de
la Historia y no de la anécdota y el relato
literario. Es decir, existen factores internos y externos que
hacen posible el desarrollo de una fe histórica y en
tal sentido el investigador tiene como primera tarea
reconstruir el marco global en que se da una iniciativa de fe
religiosa. El Protestantismo en Nicaragua no se logro
insertar en la época de la colonia porque las leyes
históricas de ese entonces no posibilitaban su
inserción, sin embargo, el cierre del siglo XIX y
principios del XX ofrecieron mayores posibilidades y ello
permitió que el protestantismo se abriera
paso.Sin embargo una diferencia sustantiva es que para
los historiadores del siglo XVIII las leyes de la Historia
son determinantes para que se den comportamientos
históricos, pero no es así, porque las leyes de
la Historia son un conjunto de condiciones estructurales
constitutivamente dinámicas que hace posible el
desarrollo de determinados procesos social. Y por ser
dinámica cambian estructuralmente. No hay unas leyes
históricas pre fijadas o fijadas, sino una serie de
condiciones estructurales que varían
sistemáticamente[33]El Cristianismos del Siglo XIX se impulsó
gracias a un conjunto de posibilidades que en la actualidad
han cambiado sustancialmente.Por otro lado, es importante reconocer de los
historiadores del siglo XVIII la idea de que en los procesos
de la Historia hay un desarrollo y un desenlace. Pues bien,
hay que decir, primero, que todo proceso histórico
tiene un Momento Constitutivo, segundo un
Momento Desarrollante y tercero un Momento de
Progresión. Más que desenlace como
argumento racional lo que se dan son procesos de
transformación histórica precisamente porque al
cambiar las condiciones personales, económicas y socio
políticas se modifican sustancialmente el quehacer de
las personas y las
colectividades.[34]
En el caso del Cristianismo protestante, hay un momento
constituyente en que este hace su aparición en la escena
de la Historia Nicaragüense y este momento tiene que ver con
la divulgación de la Biblia en el Pacifico y en el
Atlántico con las misiones de las Unitas Fratrum y la
misión Anglicana. En el caso Católico con el
proceso de
conquista y
colonización iniciado en el siglo XVI. El momento
desarrollante del Protestantismo se da a partir de 1909 y en el
caso católico con la instalación del sistema
colonial. Y el momento progre diente, en el caso protestante, las
primeras transformaciones se van a experimentar con la
creación de iglesias nacionales. En el caso
católico con la independencia
en 1821.
Finalmente, Que la Historia sea un drama tiene
que ver con el acontecer humano como Actor. Y en este sentido, ya
hemos mencionado que el Ser humano es actor, pero no
sólo actor sino también agente y creador de la
Historia.
7.
Historiografía contemporánea
En Alemania, Ranke (1795- 1886), inauguró una
influyente corriente: el Historicismo. De acuerdo a esta
visión, la Historia debe de apartarse de las
interpretaciones generales y atenerse al contenido estricto de
las fuentes. Entre ellas, Ranke utilizó especialmente
las fuentes Diplomáticas. De este modo se creó
un sistema riguroso e innovador en la utilización de las
fuentes y de la crítica histórica pero se
concedió una gran importancia a la intuición del
historiador y una primacía absoluta al valor de las
ideas como hilo conductor de la Historia.
[35]
Frente al subjetivismo romántico, Augusto Comte
(1798- 1857) escribió su Curso de Filosofía
Positiva[36]en el que reclamaba la
aplicación de métodos
científicos, positivos, para la Historia y el
análisis de la sociedad.
Influido sin duda por el espectacular avance de las ciencias
naturales y aplicadas, Comte señaló que al
investigador, al científico no le competen las causas
últimas o metafísicas sino los elementos
próximos y analizables. Como creador de la
sociología, consideró que la sociedad podía
ser sometida igualmente a observación positiva y verificable. La
evolución de la sociedad en el tiempo, es
decir, el estudio dinámico de los factores sociales
emergió como el ámbito específico del
historiador.
Además del Positivismo e
historicismo, el Marxismo es la
tercera gran corriente de interpretación historiográfica,
formulada a mitad del siglo XIX, no fue tomada en cuenta sino
hasta el triunfo de la Revolución
Rusa de 1917 y la posterior fundación de una escuela de
historiadores marxistas. Junto a ello, la crisis económica
de 1929 y la creciente fuerza de los
movimientos sociales indujeron a los historiadores a considerar
en su importancia una teoría y un cuerpo conceptual, que
hasta entonces había estado ausente en los círculos
académicos[37]
El aporte del marxismo a la Historia se da en los
aspectos siguientes:
Orientó la investigación de la
Historia hacia los fenómenos sociales y
económicos a largo
plazo.[38]Indujo a los historiadores a considerar la
importancia de las condiciones materiales de la vida de los
pueblos, de la economía y de la
tecnología.Activó la curiosidad por el papel jugado
por las masas en la Historia. La teoría de la
división de la sociedad en clases,
permitió el estudio de los procesos de
formación y transición de grandes
períodos históricos (esclavismo, feudalismo y
capitalismo). [39]
El historicismo, el positivismo y el marxismo, son tres
corrientes o enfoque de la Historia y del modo de hacer Historia
diferentes. Sin embargo, para una construcción de la
Historia de Nicaragua y de los Cristianismos Nicaragüenses
tienen las siguientes implicaciones. Por su puesto que desde la
visión Historicista:
En primer lugar, tenemos que la Historia debe de
apartarse de las interpretaciones generales y
atenerse al contenido estricto de las fuentes. En
tal sentido, una Historia de Nicaragua y del
Cristianismo, exige un apartarse de la especulación,
las interpretaciones infundadas y generalizadas. De tal
suerte que la investigación y el estudio de la
Historia requieren de un manejo serio, responsable y
científicos de los datos que nos arrojan las fuentes
históricas.En Segundo lugar, el historicismo estableció
un sistema riguroso e innovador en la utilización de
las fuentes y de la crítica histórica. Y esto
da pie, que no vasta con las fuentes históricas sino
que, para escribir e investigar sobre Historia se requieren
de metodologías y procedimientos de
investigación confiables científicamente. Por
ello, cualquier investigación sobre la Historia de
Nicaragua o sobre los diversos cristianismos en el
País exige un planteamiento metodológico sobre
el uso de las fuentes y el análisis de los contenidos
históricos.[40]
En tanto desde el
Positivismo:
Reclamar no sólo la aplicación de
métodos científicos, positivos, para la
Historia y el análisis de la sociedad, sino que
también al investigador y científico le
competen el análisis de los elementos próximos
y analizables. De ahí, que una la investigación
histórica debe tomar en cuenta los factores
sociológicos y dicho factores sociológicos debe
ser factibles al análisis y compresión. Desde
esta visión, un estudio de la Historia sobre
Nicaragua y el Cristianismo debe partir de la
condición sociológica y no solo de lo que
determinadas fuentes nos permiten conocer. El historiador
debe reconstruir las condiciones sociológicas en que
se dan los hechos históricos y no solo quedarse con lo
que arrojan las fuentes.
Finalmente, desde a visión marxista de la
Historia:
Que la Historia de las sociedades depende de las
condiciones materiales de la vida de los pueblos, de la
economía y de la tecnología. En tal sentido,
las practicas políticas, sociales, culturales y
religiosas son sólo un reflejo (super estructura) de
las condiciones materiales, del modo de producción y
de las relaciones sociales de producción. Vista
así la Historia de Nicaragua y de los
Cristianismo, debe tomar en cuenta los cambios de los modelos
económicos en que se ha venido desarrollando el
país desde los tiempos de la colonia hasta la
actualidad. Así en una sociedad predominantemente
agraria como era la colonial era posible una cultura semi
feudal, vertical y patrimonialista y en este sentido un
cristianismo radicalmente ortodoxo, integrista e inquisitivo.
Pero con la transición al capitalismo modernizante
liberal al modificarse las condiciones materiales daba lugar
a una modificaron de las condiciones de la super estructura y
con ello el protestantismo tendría mayores
posibilidades de inserción. Por ello el
establecimiento del Catolicismo en Nicaragua tiene su base en
la forma en que estaba organizada la economía colonial
y a su vez la inserción del protestantismo esta ligada
al surgimiento de la economía capitalista en Nicaragua
y la inserción de Nicaragua al mercado
internacional.Por otra parte, es importante para la
elaboración de la Historia tomar en cuenta el papel
jugado por las masas en la Historia y la
división de la sociedad en clases. Este Criterio es
importante para cualquier investigación de la Historia
ya que esto tiene que ver con los siguientes
criterios:Uno, el desarrollo de la Historia no sólo
depende de factores infra estructurales, sino de las
condiciones de las masas como motor de la Historia. Es decir
de su disposición hacia los cambios. No es lo mismo
hablar de la situación de masas en el período
de la colonia que hacerlo con respecto a la situación
de las masas a fines del siglo XIX. En tal sentido, un
estudio de la Historia del protestantismo tendría que
estudiar las condiciones reales en que se encontraban las
masas en Nicaragua y su disposición a aceptar un
cambio en su visión de fe, tal como lo proponía
el Protestantismo. [41]Dos la división de la sociedad en clases
(clase dominante y clase dominada) nos obliga a pensar que
por un lado el Catolicismo es originariamente una
Religión de la clase dominante poseedora de los medios
de producción, el control del poder político y
cultural, de los que triunfaron por la fuerza,
independientemente, de sí en el pueblo hubo o
no-sincretismo. Y por otro lado, estar claros, que
el Protestantismo tuvo su impulso dentro de sectores las
clases dominadas, quienes venden su fuerza de trabajo en la
Sociedad que emergía del siglo XIX. En tal
sentido el Protestantismo Nicaragüense es en su origen
nacional una fe de las clases dominadas, pero sin tener
conciencia de un proyecto de liberación.
Conclusión
Con respecto a la Historia del Cristianismo
Católico y Protestante en Nicaragua, es imposible realizar
una interpretación de lo que estos sean como
fenómeno global sin partir de la construcción de
una Historia integral de católicos y protestantes. Al no
existir una Historia del Cristianismo Nicaragüense
con esos caracteres globales, aventurar interpretación
sobre los mismos, es no sólo aventurado, sino
científicamente irresponsable.
El otro problema es determinar el criterio
filosófico para interpretar la Historia del Cristianismo
Nicaragüense. Y aquí no hay que confundir los
criterios teológicos con los propiamente
filosóficos. Mientras el Criterio Teológico parte
de la convicción, el criterio filosófico parte de
criterios más racionales. Un ejemplo de ello es que cuando
Pixley escribe su Historia de los Bautista desde la posibilidad
de que estos contribuyen al Reino de Dios o en el caso de Roger
Araica que lo hace con respecto a la posibilidad de que la
Historia de la CAM contribuya a los valores del
Reino de Dios, estos criterios son más teológicos,
de fe y no propiamente
filosóficos[42]
Nuestra hipótesis es que el Cristianismo
Nicaragüense es un componente Fundamental de la Historia de
Nicaragua y que esta última no podría ser entendida
sin presuponer lo que el Cristianismo (Católico y
Protestante) implica tanto para la
Administración de las instituciones
públicas, la toma y la preservación del poder como
para la población y sus familias. Pero esto seria
un trabajo
aparte. De Hecho la Historia del Siglo XIX y Siglo XX en
Nicaragua no son sólo la Historia de las leyes, lo
político, la economía, la cultura, sino
la Historia de las Relaciones Iglesias y Estado. Y es imposible
comprender la caída de Zelaya y del Frente Sandinista sin
tomar en cuenta la oposición católica organizada.
El complacimiento protestante con el régimen
liberal.
Bibliografía
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Teote Gueguense. Managua: UCA, 1993.2. ELIZABETH FONSECA. Historia,
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Fundamentación de las Ciencias Sociales" En: Para
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1995.4. AGNES HELLER. Teoría de la
Historia. México: Editorial Fontamara,
1989.5. REYES MATES y Otros. Filosofía
de la Historia. Madrid: Trotta, 1993.6. ROBERT A. NISBET. Cambio Social e
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de Dios en Nicaragua. Managua: Centro Antonio Valdivieso,
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1986.30. EQUIPO INTERDISCIPLINARIO
LATINOAMERICANO. Teoría y practica Revolucionaria
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1983.31. HELLER, AGNES, Teoría de la
Historia, – 3 Edición -. México:
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Evolución de las Ideas: El Caso de los Protestantes en
Nicaragua (1856- 1925) Managua: CIEETS,
1999.
Autor:
William Ulises Rodríguez
Arce
[1] RICARDO PASOS MARCIAG. Nicaraocalli Teote
Gueguense. Managua: UCA, 1993, Págs. 13-18.
[2] ELIZABETH FONSECA. Historia,
Teoría y Método. €“1era.edic-, San
José CR: EDUCA, 1989, Págs. 225-264.
[3] ANTONIO GONZÁLEZ. "Hacia una
Fundamentación de las Ciencias
Sociales" En: Para una filosofía Liberadora. San
Salvador: UCA, 1995, pp. 65-84.
[4] AGNES HELLER. Teoría de la
Historia. México: Editorial Fontamara, 1989,
Pág. 72-189.
[5] Sobre un estudio comparativo del concepto
de Historia y del Tiempo en las culturas Mesopotámica,
Egipcia, Hebrea e Islámica Cfr. REYES MATES y Otros.
Filosofía de la Historia. Madrid:
Trotta, 1993, Págs. 33-46.
[6] ROBERT A. NISBET. Cambio
Social e Historia, aspectos de la teoría occidental del
desarrollo. Barcelona: 1976, Págs. 03-54.
[7] CORTAZAR,
GUILLERMO y VALENCIANO CRUZ. Como Estudiar la Historia.
España: Vivens-Vives, 1989, Pag.12
[8] CORTAZAR, GUILLERMO Y VALENCIANA, J.,
CRUZ. Como Estudiar La Historia, Op Cit, Pag. 13., BROM, JAN.,
Para Comprender la Historia, México: Editorial Nuestro
Tiempo, 1988, Págs. 20 €“ 22.
[9] David H. Wheeler, era copoltor de la
Sociedad Bíblica Americana y fue asesinado junto a otros
por tropas nicaragüenses en la plaza de Granada
el 12 de octubre de 1856, Cf, W.U.Rodriguez, Historia de las
Relaciones Iglesia €“ Estado en Nicaragua, 1893-
1909, Tesis de
grado, Facultad Evangélica de Estudios
Teológicos, Managua, Nicaragua, 2002.
[10] Agustín decía: "En la
primera época vivían los hombres como niños, sin ley. En la
segunda, recibieron la ley y fallaron; en la tercera les
abrió Cristo el camino de la felicidad". JOHANN FISCHL.
Manual de
Historia de la
Filosofía. Barcelona: Editorial Herder, 1977, Pag.
140
[11] ROBERTO A. NISBET. Op. Cit. Págs.
55-100
[12] CORTAZAR, GUILLERMO Y VALENCIANA, J.,
CRUZ. Como Estudiar La Historia. Op. Cit., Pág. 13.
[13] El problema de esta visión esta
en dos vertientes, por un lado es una visión
teológico filosófico de la historia y por tanto
una filosofía de la Historia. Segundo, es una
visión dualista de la historia. Y la historia antes de
ser interpretada es vivida y realizada socialmente por grupos y
personas en un situs y en un locus histórico. Ahora
bien, el criterio que uno utilice para interpretar los hechos
históricos es ulterior y no primario en el orden del
quehacer histórico.
[14] PABLO ANTONIO CUADRA. Breve Historia de
la Iglesia en Nicaragua. México: S.E. 1948, Págs.
1-4, JORGE EDUARDO ARRELLANÓ. Breve Historia de la
Iglesia en Nicaragua. Managua: Editorial Manolo Morales, 1983,
Págs. 9-11, EDGAR ZUÑIGA. Historia
Eclesiástica de Nicaragua. Managua: Editorial
Unión, 1981, Págs. 17-21.
[15] EL TAYACAN €“ CEHILA.
Historia de la Iglesia de los Pobres. Managua: Tayacan, 1983,
Págs. 3, 60-63. ANGEL ARNAIZ. Historia del Pueblo de
Dios en Nicaragua. Managua: Centro Antonio Valdivieso, 1990,
Págs. ANTONIO ESQUEVA GÓMEZ. "La Iglesia en la
Historia de Nicaragua (1970 €“ 1980)". Managua: UCA,
1980, Págs. 1-3.
[16] PIXLEY, JORGE. Por una iglesia Laica,
Una historia de los y las €“creyentes que se
congregan en la Convención Bautista de Nicaragua. Edic.
Convención Bautista, 1999, págs. 16-18.
[17] ROGER ARAICA SALAS. Los Hijos de la
Misión, Anecdotario de los primeros cien años de
la Misión Centroamericana en Nicaragua. Managua:
Imprimátur, 1999, pag.18
[18] La insuficiencia de este camino que
sigue la visión de PIXLEY y ARAICA es que primero
está el criterio de interpretación y luego los
hechos. Pues bien, para evaluar la historia del protestantismo
se debe partir primero de los hechos y sólo
después hacer la interpretación que se
quiera.
[19] REYES MATES y Otros. Op. Cit.
Págs. 47-64
[20] BROM, JAN. Para Comprender la Historia,
Op. Cit. Pág. 23 €“24.
[21] BONALD, realiza un estudio comparativo
entre las analogías del concepto de Institución y
Poder en el sistema monárquico y centralista y la
visión de institución y poder en la Iglesia
Católica. Además, la analogía entre la
visión de institución y poder en los gobiernos
democráticos o representativos y la visión de
poder en el protestantismo. Cf. LOUIS €“ AMBROISE DE
BONALD. Teoría del Poder Político y Religioso.
Madrid: Tecnos, 1988, Págs. 127-142
[22] Los analistas en procesos de
mediación, negociación, conciliación y
arbitraje
sostienen que existen dos modelos que
sustentan las relaciones entre partes, sean estos estados,
instituciones privadas, grupos humanos o personas: Las
relaciones integrativas y las relaciones distributivas. La
primera es cooperativa,
la segunda es competitiva. En la cooperativa lo fundamental es
el acuerdo y el entendimiento. En la segunda, la
confrontación y la guerra. Cf. J. FLING. Teoría
de la Negociación Internacional. Argentina: Editorial
Lemusa, 1993, Págs. 17-25
[23] REYES MATES y Otros. Op. Cit.
Págs. 65-84.
[24] CORTAZAR, GUILLERMO Y VALENCIANA, J.,
CRUZ. Como Estudiar La Historia. Op. Cit., Pág. 14
€“ 15.
[25] ZUBIRI, XAVIER, El problema
filosófico de la historia de las religiones.
Madrid: Alianza Editorial, 1993, Págs.165-205.
[26] ZUBIRI, XAVIER, Sobre el Hombre.
Madrid: Alianza Editorial, 1986, Págs. 584-588
[27] MARÍA ISAURA PEREIRA DE QUIROZ.
Historia y Etnología de los Movimientos
Mesiánicos. México: Editorial Siglo XXI, 1968,
Págs. 19-36.
[28] ZUBIRI, XAVIER, Siete Ensayos de
Antropología Filosófica. Madrid:
Editorial Alianza, 1986,pags. 130-133
[29] FONSECA, ELIZABHET, Historia,
Teoría y Métodos, San José: Educa, 1989,
Págs. 25 €“ 75.
[30] CORTAZAR, GUILLERMO Y VALENCIANA, J.,
CRUZ. Como Estudiar La Historia. Op. Cit., Pág. 15-
16.
[31] Para un debate
más amplio sobre la función de la historia Cfr.
ANTONIO GONZÁLEZ. Introducción a la práctica de la
Filosofía. San Salvador: Editorial UCA, 1995,
Págs. 277-281. JORGE COROMINAS Y JUDITH RIVAS. Identidad y
Pensamiento
Latinoamericano. Managua: UCA, 1992, Págs. 95-104 y
190-201. IGNACIO ELLACURTIA. Filosofía de la Realidad
Histórica. Managua: UCA, 1990, Págs. 471-598.
[32] REYES MATES y Otros. Op. Cit.
Págs. 85-118
[33] Sobre el debate de la estructura
de la Historia Cfr. la obra de: IGNACIO ELLACURTIA.
Filosofía de la Realidad Histórica.Op. Cit.
[34] XAVIER, ZUBIRI. El problema
filosófico de la Historia de las Religiones. Madrid:
Editorial Alianza, 1993, Págs. 65-205
[35] CORTAZAR, GUILLERMO Y VALENCIANA, J.,
CRUZ. Como Estudiar La Historia. Op. Cit., Pág. 18.
[36] AUGUSTO COMTE. La Filosofía
Positiva. México: Editorial Porrua, 1986, Págs.
14-16.
[37] REYES MATE y Otros. Op. Cit.
Págs. 119-137
[38] EQUIPO INTERDISCIPLINARIO
LATINOAMERICANO. Teoría y practica Revolucionaria en
Nicaragua. Managua: Ediciones Contemporáneas, 1983,
Págs. 416-420.
[39] EQUIPO INTERDISCIPLINARIO
LATINOAMERICANO. Op. Cit. Págs. 420-425.
[40] AGNES, HELLER, Teoría de la
Historia, – 3 Edición -. México: Fuentemara,
1988, Pág. 72 €“ 182.
[41] Cfr. -MADRIGAL MANDIETA LIGIA, La
Evolución de las Ideas: El Caso de los Protestantes en
Nicaragua (1856- 1925) Managua: CIEETS, 1999. Págs.
11-39.
[42] ¿Cuáles son los criterios
filosóficos que interpretan la Historia?, En la Historia
de la Filosofía de la Historia están: El Cosmos
en la antigüedad, Dios en la Edad Media, El
Hombre en el
Renacimiento, la Razón en la
Ilustración, liberación en el Siglo XIX, y el
Micro relato en el Siglo XX y post modernidad.
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